Los casos o situaciones que establece son los siguientes:
1. Buscar a Dios en oración: Presenta un caso donde les aconseja velar en oración para hallarle solución, pues considera que en esta situación se estarla obrando contra la voluntad de Dios si se recurre al divorcio.
2. Casamientos no acertados: Nos menciona que el matrimonio fue desavenido por causa de Satanás, sin embargo les ruega a los esposos que hagan lo mejor que puedan para intentar ser felices.
3. Esposos que no congenian: este tipo de casos son casi normal en nuestros das, sin embargo pueden ser resueltos siguiendo el consejo que esta autora diera a un matrimonio específico cerca de un siglo atrás, recomendándoles que modifiquen sus temperamentos y se preocupen el uno por el otro para fortalecer el afecto mutuo.
En estos párrafos se hace especial énfasis en la relación y las atenciones mutuas.
El divorcio como solución
Al llegar a esta parte de nuestro trabajo debemos acordar que no todos los matrimonios que tienen problemas desean solucionarlos sin hacer uso de ese recurso llamado divorcio. Así lo expresa Carlos Aeschlimann Hernández:
Siendo el matrimonio una promesa formal y solemne que une para toda la vida, la posibilidad del divorcio tiende a relajar los lazos que debieran estrecharse en vez de soltarse. Muchos en lugar de buscar las soluciones ms adecuadas a los problemas que surgen, prefieren el fácil recurso de la separación. Siendo una vía de escape relativamente sencilla, los matrimonios con problemas no hacen sinceros esfuerzos por buscar la solución. La mayoría de los consejeros matrimoniales opinan que una enorme porción de las desavenencias que terminan en divorcio podrán solucionarse si los esposos tuviesen una actitud verdaderamente conciliatoria.
Así mismo se enumeraran los cuatro casos específicos ante los cuales se establece como conveniente el divorcio.